
LES TÉMOINS. Ésta es una película veloz. Que atraviesa los tiempos en un suspiro. Primero están los bellos días, en verano, con la intención de registrar la velocidad de una época y sus intercambios afectivos. Pero después, todo se detiene en la guerra hibernal. No deja de ser curioso que ese encuentro de frente con la enfermedad y sus consecuencias (la muerte del joven Manu) ocupe apenas una media hora del metraje tratándose precisamente de una película sobre la enfermedad, sobre el SIDA, quizá porque la intención de Téchiné es la reconstrucción de un tiempo del que fue bien cercano. Para ello, liga el cine a la literatura, o más bien, al recurso literario. Así, la escritora, Emmanuelle Beart, no sería otra cosa que el emplazamiento del propio Téchiné en el propio espacio-tiempo que recrea. Tampoco es fruto del azar que sea precisamente una escritora, el cine de Téchiné se ha caracterizado siempre por su fuerte componente novelesco. Ésta es también la película más cercana a Truffaut de toda su carrera. En Les témoins resuenan los ecos de Les deux anglaises, un filme construido también a partir de la velocidad, la del propio tiempo y la de los cuerpos al acercarse o alejarse. Y también como en Truffaut, Téchiné utiliza la elipsis como elemento fundamental para avanzar en las épocas, edificando el relato en el tiempo y menos en el espacio; hay, además, una cercanía musical entre las dos películas, entre Delerue y Philippe Sarde, en como se utilizan aquí y allá la voz en off del narrador con respecto a la música. De otra parte, está la forma cómo Téchiné filma un plano, es su estilo habitual, una cámara que convierte al cuerpo en elemento central y que se permite el llegar a todas partes. Una destreza habitual también en su operador, Julien Hirsch, pero que emborrona buena parte de sus logros con cuatro o cinco banales encadenados en la escena en que Medhi saca a Manu del agua. Un feo recurso para un bello filme-testigo.
1 comentario:
Me gusta Techiné y sin embargo, siempre que veo una peli suya me parece que le falta (o le sobra) algo. No sabría decir qué. Sus films son imperfectos, irregulares, pero siempre interesantes. Habrá alguna vez una obra maestra suya?
Tiene algo de Pialat.
Saludos y ¡buen blog!
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